- Chicos, este es Anauel.
Hanna me presentó con entusiasmo al grupo. La primera en saludarme fue Nora con un fuerte y cálido abrazo. Me quede quieto sin saber como reaccionar, en teorÃa ella y yo éramos dos extraños que acababamos de conocernos, aunque en realidad habÃamos librado muchas batallas juntos y la querÃa como a una hermana.
-Encantada, yo soy Nora-dijo cuando me soltó-seguro que seremos grandes amigos.
Me limité a asentir y dedicarle una tÃmida sonrisa.
Los siguientes en presentarse fueron David y Estela. Ambos me dieron dos besos y dijeron su nombre, mostrándose mucho más distantes que Nora, una actitud más adecuada para el momento.
Por unos instantes las presentaciones se detuvieron. Los tres que quedaban me miraban fijamente, procurando retrasar el momento. Aquella situación era incómoda tanto para ellos como para mÃ.
Daira se acercó con una expresión tan dulce e inocente que me dieron ganas de iniciar una batalla allà mismo, solo para que Hanna viera su verdadera naturaleza, para quitarle aquella estúpida máscara que llevaba todo el tiempo.
-No me toques-susurré entre dientes.
-Encantada soy Daira-ignoró mis palabras y antes de darme dos besos susurró- tranquilo cariño, no tengo intención de matarte aquÃ.
Antes de separarse tocó mi hombro izquierdo a modo de advertencia. TenÃa una cicatriz, resultado de una herida que ella misma me habia hecho hacia algunos años, y que por poco me causa la muerte.Aquel intento fallido hacia que su odio fuera más grande que el del resto.
Laura me saludó con la educación justa para no levantar sospechas,y Héctor se limitó a presentarse desde el sitio, de manera cortante sin esperar respuesta.
-Bueno- Hanna no habÃa notado nada extraño en nuestro comportamiento- ahora que ya os conocéis, os comunicó que Anauel también está invitado a mi fiesta de cumpleaños el próximo sábado, ¿vendrás verdad?
Todos, por diferentes motivos, esperaban que fuera a esa fiesta, y por otra parte era la oportunidad que estaba buscando desde que llegué, asà que no pensaba desaprovecharla.
-Iré, seguro que será genial.
-¡Bien!- a Hanna le brillaban los ojos de emoción, ¿tan importante era mi asistencia para ella?
miércoles, 27 de abril de 2011
Cuando el bien y el mal se cogen de la mano -10-
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